viernes, 29 de junio de 2012

Dialogo ciudadano con aspirantes al Congreso local




Sujetos ajenos a esta realidad me fui a encontrar en el Congreso, presentando sus propuestas de candidatura a diputaciones locales. Y es que me parece una burla que los partidos de batalla quieran llenar esta instancia de supuestos políticos que no dan una seña de sensibilidad social. Afortunadamente, hubo sus excepciones. Desafortunadamente, estas excepciones difícilmente llegarán a ocupar los puestos a los que aspiran.

El evento fue convocado por Alianza Cívica de Nuevo León (@AlianzaCivicaNL), este pasado 21 de junio bajo el nombre de “Diálogo con candidatos al Congreso local”. Me interesó bastante la propuesta, aunque careció de eso que llamó mi atención en un principio: diálogo.

Cuando se trata con políticos, un problema qué tomar en cuenta es su agenda; todos tienen cosas que hacer, a todas horas del día o, por lo menos, eso quieren hacer creer. Y fue precisamente éste, uno de los aires que se respiró esa mañana, en la que el contenido fue rico, pero la conclusión, el orificio por el que se fugó la presión almacenada.

No dejo de jactarme del homenaje al folclor mexicano que es escuchar hablar a candidatos como Félix Coronado, del PRI, sobre sus intenciones, de llegar al poder. No puedo replicar sus formas; sus usos indebidos de la lengua pero, sin duda, hizo la velada amena.

Más no fueron únicamente sus palabras las que agregaban fervor al asunto, también eran las miradas fijas de “¡cómo te atreves!” que lanzaba a David Martínez, candidato por el PT, quien desde el comienzo del evento se dio a la tarea de criticar al partido tricolor por sus prácticas de contubernio con el PAN, dentro del congreso y sus simulaciones de fomento a la participación ciudadana.

 En general el hombre no dijo nada, se limitó a repetir el spot de “útiles escolares para niños de primaria y computadora con internet para alumnos de 5° y 6° grado”, y tan tan; salió la chamba.

Dando pasos a través de su imaginario, la candidata por el PANAL, María Dolores Jacaranda Espinoza, se abre camino asegurando que en México no es posible tener una educación de calidad, pues el presupuesto asignado a esta área hoy en día, equivale únicamente al 4% del PIB. Por esta razón, propone una reforma estructural al sistema económico, que beneficie más a este sector como única vía para tener mejores escuelas, mejor estructura y aumentar la posibilidad de permanencia de los alumnos. Una manera bastante compleja de decir “más presupuesto a la educación”.

–“No es cuestión de dinero; hay mucho en el país. El problema es cómo se utiliza”, –le responde el candidato por el PT, haciendo alusión al hecho de que en la actualidad 36 universidades en México reciben menos dinero que lo que se asigna a los profesores comisionados del sindicato.

 “La noche” se la llevó, sin duda alguna, el candidato del PAN, Armando Amaral, al reconocer que “no hay candidato que esté haciendo una muy buena campaña, que no esté haciendo trampa. Esto es cuestión de dinero”, afirmó, y todavía remata dándole la razón a Hank González, a quien se refirió como “aquel que dijo, que un político pobre, es un pobre político”. No termino de entender qué quiso decir con eso, de qué lado se quiso poner, o en qué parte de su propuesta tuvo lugar ese comentario, pero juro que no pude aguantarme la risa. Fue como una expresión de cinismo inocente, el hecho de que el portador de tales colores hiciera alusión, en un evento que pretende crear interacción entre ciudadanía y gobierno, a una realidad que arrasa con las posibilidades del ciudadano común a aspirar a puestos de elección popular. Me sentí obligado a voltear a ver las caras del público, no reaccionaron como yo.

Qué personaje tan pintoresco, pensé. Igual que sus comentarios: problemáticas muy de su localidad, Santiago, Nuevo León, salvo por la Ley en contra de la discriminación y sus pretendidos esfuerzos por la protección de los animales, donde se pudo vislumbrar un poco, al humano que lleva dentro.

La diferencia es contundente, las propuestas de los candidatos del movimiento progresista contienen una transversalidad que sobresale del resto. Incluyen cuestiones como los valores impartidos a estudiantes y sus familias, regulación de conductas de abuso dentro de las escuelas, revisiones al diseño de programas de educación interna en reclusorios, con miras a lograr una verdadera integración social para menores infractores, el rediseño de espacios públicos que fomenten la integración de las comunidades y la creación de mecanismos establecidos de participación ciudadana.

El resto de las propuestas de los candidatos, auto declarados ciudadanos, principalmente las de July Bejar, del PRD, se enfocan en abolir prácticas comunes dentro de la “clase política”, como la aspiración de familiares de 1° y 2° grado a puestos públicos y el chapulineo.

Al terminar de hablar el ultimo participante, se les da las gracias y así como así, se levantan todos de la mesa. No me percaté del resto del público, pero yo me quedé queriendo decir o escuchar algo que detonara la confrontación y evidenciara aún más la discrepancia entre propuestas. El resto fue solo agradecimientos, despedidas y buenos deseos.

Es realmente una lástima que las oportunidades para los jóvenes de izquierda, de llegar al congreso sean tan pocas en Nuevo León, dónde la sociedad es heredera de una tradición bipartidista.

Espero que eventos de este tipo, logren incentivar la inserción de opciones alternativas a los puestos locales. Es necesario dar una mayor difusión a acontecimientos de esta naturaleza, para que la sociedad regia alcance a ver de qué están hechos los que buscan formular las leyes que nos rigen aquí, en lo más próximo.

En general, aplaudo el esfuerzo de Alianza Cívica por acercar a la ciudadanía con sus autoridades. Me parece una tarea trascendente. Hay todavía camino por recorrer en la materia, y voluntades por encontrarse, para la realización de estos acercamientos. Todo con el fin de que la ciudad despierte.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario